Creo que esta es la pregunta que más me he hecho a mí misma en los últimos años: qué diferencia hay entre serie y una miniserie. Incluso catalogando las series que veo para el post de fin de año suelo dudar entre una y otra.

Lo que la mayoría de gente tiene en la cabeza cuando piensa en una serie es una teleserie o serie de largo recorrido. Son producciones cuyo fin inicial fue la televisión, que se emitían para llenar grandes bloques de tiempo. Por eso mismo, normalmente los capítulos duran 50 minutos (aproximadamente) y tienen un hilo argumental central, que varía dependiendo del género de la serie. Las temporadas suelen tener alrededor de 20 episodios y se emiten a lo largo del año.

Tradicionalmente, las miniseries se entienden como producciones audiovisuales semejantes a las series, con una particular diferencia: sus temporadas suelen ser mucho más cortas. Entre 3 y 6 episodios es bastante normal.

El problema viene con Netflix, que ha creado un nuevo paradigma de serie donde las temporadas tienen entre 8 y 10 episodios y que hacen que de repente no sepas distinguir claramente entre serie y miniserie.

No queda más remedio que buscar las 7 diferencias. Otra de las cosas que suele diferenciar a las miniseries de las series al uso es que ya en preproducción se sabe cuántos episodios va a tener la temporada y cuál va a ser el desenlace, ello no depende de la audiencia como sí ocurre habitualmente con las series emitidas en televisión.

¿Cuántas veces os han cancelado una serie a mitad de temporada? Un drama.

Anatomia de grey - Serie

Otra de las características de las miniseries es que tienen un final cerrado. Lo habitual suele ser que, al terminar la temporada, haya o no haya más temporadas puedas quedar satisfecho con el producto.

Esto se ve bastante claro con True Detective, famosa miniserie de la que se dice que solo merece la pena la primera temporada. Esto es porque en la segunda temporada el contexto argumental sigue (policías y crímenes) pero los personajes cambian. Otro ejemplo podría ser The Sinner que, por cierto, es tan buena como la anterior. Aunque de nuevo, solo he visto la primera temporada.

Como veis, la dinámica se repite. Las series al uso, por el contrario, suelen seguir con el mismo espacio-temporal, mismos personajes, mismos escenarios… El objetivo es que te encariñes con ellos y que la serie dure mucho mucho tiempo. Véase como ejemplo Anatomía de Grey que lleva nada más y nada menos que 17 temporadas, cada una de las cuales tiene entre 17 y 25 episodios. Excepto la primera, que tiene 9. Pero no os confundáis, la razón para tener una temporada tan corta fue que era un reemplazo de mitad de temporada para sustituir a Boston Legal. Fue una prueba que salió muy bien.

True detective - miniserie

Como todo, el propio término de miniserie se va actualizando con el tiempo y pasados los años se han acuñado otros adjetivos que le empiezan a hacer sombra, como por ejemplo serie limitada. Esto, unido al tema de las nuevas plataformas que empiezan a producir, cada vez más, series cortas de fácil digestión… ha creado una ambigüedad creciente entre ambos conceptos.

Otro día podríamos hablar de qué es esa cosa llamada docuserie. Tal vez sería interesante hacer una antología sobre tipología de series. ¿Os apetece la idea?

Es complicado definir algo que es tan libre como la creatividad. ¿Qué diferencia una serie de una miniserie para ti? Abro debate.

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