El discurso del Rey, una película sobre cómo encontrar tu voz
Este fin de semana me he visto una película de la colección familiar: El discurso del Rey. Ya la había visto varias veces y tenía un buen recuerdo de ella, así que me pareció perfecta.
Os pongo en contexto: El duque Jorge de York, Bertie para la familia, ha vivido toda su vida tartamudeando. Consciente de que su trabajo le iba a poner más veces de las que desearía delante de un micrófono (o de una multitud) decide buscar ayuda. Un duro proceso al que se enfrenta con la ayuda de su mujer Isabel y su doctor Lionel. ¿Conseguirá su propósito?
Más allá de la respuesta, creo que podría ser interesante dar un contexto histórico al Discurso del Rey. La película se desarrolla entre 1925 y 1939, en medio del auge de Hitler en Europa, la popularización de la radio y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. En el momento en que comenzamos la historia, reina en Inglaterra Jorge V y su sucesor es Eduardo, el príncipe de Gales (familiarmente conocido como David). En el transcurso de los años, el rey muere y llega al trono Eduardo VIII. Pero ojo, ¡qué el rey viene con determinación de casarse con Wallis Simpson! Una estadounidense de la alta sociedad que todavía está casada legalmente con su segundo marido, sin mencionar que se sospechó que era simpatizante (y espía) de Hitler. De ahí que el parlamento le negara el apoyo y finalmente tuviera que abdicar en nuestro protagonista: Bertie.
Este contexto, como veis, da una esfera de interés a la película. Una credibilidad y una previsibilidad que te mantienen expectante de ver cómo van a dibujar la historia.
Creo firmemente que lo mejor del Discurso del Rey es el mensaje que deja. Tras media vida encerrado en una limitación mental, cautivo de sus miedos, Bertie por fin consigue liberarse; descubrir que no solo tiene una voz, sino que merece ser escuchada. Personalmente, he empatizado perfectamente con el protagonista, a pesar de no ser ninguna reina.
Además, recordar que lo que los demás nos dicen y piensan no es necesariamente verdad. Solo si acabas por creértelo, se convierte en tu realidad.
El personaje de Lionel me parece sin duda el más complejo de todos. Esconde tanto y a la vez muestra tanto… Es un hombre sensible y notable, que tiene sus miedos y frustraciones, pero que desprende la familiaridad y confianza que Bertie (y en el fondo, todos nosotros) necesita. Sin dejar de mencionar a Geoffrey Rush, que lo interpreta maravillosamente bien.
En este sentido, destacar también la interpretación de Colin Firth como Bertie y Helena Bonham Carter como su esposa Isabel. Ambos, con una química muy divertida.
Por otro lado, como detalle, me ha gustado bastante la representación de la familia real: alejada de la exuberancia que le suele rodear, un poco más gris de lo que solemos ver y, sobretodo, más humana. Aunque siempre rodea a la realeza ese halo de superioridad, en este caso es una versión un poco más austera de la realidad que encaja mucho mejor con el sentido de la película.
Para finalizar, ya os comenté en el post que escribí sobre The Flight Attendant que una de las razones que más me animan a ver algo suele ser que tenga caras conocidas para mi… pues bien, en este caso me hace bastante gracia la relación que he encontrado.
En el papel de Winston Churchill está Timothy Spall, que a su vez, interpretó en Harry Potter a Peter Pettigrew «Colagusano», la rata de Ron. Me ha parecido una graciosa curiosidad dentro de las caras conocidas porque además está caracterizado en las dos…
Espero que os haya gustado la reseña de hoy, ¿ya habéis visto El Discurso del Rey? ¡Cuéntame en los comentarios!