Ha llegado Diciembre con sus películas románticas de Navidad nada sutiles sobre el amor… Y como siempre, llego yo ¡dispuesta a vérmelas todas! Amor de calendario ha sido la primera (aunque no será la última) en hacerse un hueco en Netflix en este raro, pero esperado, fin de año.

Protagonizada por Emma Roberts y Luke Bracey, Amor de calendario es una comedia romántica navideña de estilo gamberro y desenfadado. Ambos tienen malas experiencias con las fiestas hasta que se conocen, entonces deciden empezar a ser la holidate (nombre original de la película, por cierto) del otro y así librarse de esas incómodas situaciones.

Es un plan genial escrito sobre el papel… pero creo que todas y todos sabemos cómo va a terminar la película. No quiero desvelar nada, pero este tipo de films tienen una estructura muy marcada, así que te digo desde ya que no esperes nada nuevo.

Por lo demás, se nota que el estilo es más casual. Atrás quedan las películas donde las protagonistas son dulces jóvenes, inocentes y santurronas, que están esperando desesperadamente a su príncipe azul. Por esta parte, doy gracias a los guionistas.

No vas a encontrar príncipes ni princesas en Amor de calendario, aunque tampoco te vas a quedar con las ganas de ver a una chica caer loca de amor en los brazos de un chico cuasi perfecto. No amiga, eso te lo vas a tragar igual.

De hecho, no faltan los momentos tremendamente sentimentales en los que sientes vergüenza ajena, las reuniones familiares con comentarios sobre cuándo te vas a casar, ni tampoco los tríos amorosos. Es de agradecer, que también hayan incluido bastantes escenas de comedia. Sin duda, es lo mejor de la película: lo gamberra y absurda que es en algunos momentos.

Con este género en concreto, me debato en una relación amor-odio constante. Amor porque es fundamentalmente de lo que trata y soy fan acérrima de las comedias románticas navideñas desde Mientras dormías, de Sandra Bullock. Pero odio, porque perpetúa la idea de que necesitamos una relación amorosa porque:

  • Nos hacemos mayores
  • Nos hacemos mayores y tenemos que tener hijos
  • Estamos muy solas
  • No somos capaces de arreglar nada en casa
  • Son lo único que llena nuestra vida
  • Las cenas van a ser un horror si no la tienes

Y la verdad, es bastante absurdo.

Por otro lado, parece que la nueva forma de dar sentido a estas comedias románticas es presentarlas como anti comedias románticas. Aunque en realidad va a acabar exactamente igual, tranquilas.

Si tuviera que compararla con otras del género comedia romántica (para que os hagáis una idea sobre qué esperar), sería con Sin compromiso de Natalie Portman y Ashton Kutcher o Con derecho a roce, de Mila Kunis y Justin Timberlake. Aunque en el caso de Amor de calendario no hay sexo de por medio y obviamente a estas les falta el tema navideño.

Vaya, ¡que la veáis! Que os vais a reír un rato y os va a dar vuestra hora y media de monerías románticas.

Y si no, siempre os quedará Dash y Lily, una historia de amor navideña cargadita de hormonas adolescentes.

Un pensamiento en “Amor de calendario, una comedia romántica muy gamberra

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