¿Alguien ha dicho maratón? ¡Sí! Este finde me he hecho un maratón con Destino: La saga Winx, la nueva serie de Netflix que viene con debate incluido.
La verdad es que cuando la vi anunciada no caí en que estaba basada en las Winx, una serie de animación que se estrenó en 2004 y que se volvió muy popular. Sinceramente, solo he visto sus capítulos de pasada, porque me pilló un poco mayor. Mi corazón siempre estuvo con las W.I.T.C.H., además.
Resulta que hay una especie de rivalidad entre estas dos series, algo como Pokémon y Digimon, que si te gustaba uno parece ser que no te podía gustar el otro. A mi sinceramente me parece una tontería, porque vista la serie Destino: La saga Winx y leídos los comics de las W.I.T.C.H., el único parecido que les he encontrado es que hay magia y elementos de la naturaleza. Ah, ¡y que son adolescentes!
De todas formas, siendo una serie de fantasía con adolescentes, ¿cómo no vas a verla?
Os pongo un poco en contexto: “Bloom es una adolescente que descubre horriblemente que tiene magia, por suerte para ella la directora de Alfea (la escuela mágica de este mundo) la acoge proporcionándole un lugar donde aprender a controlar su poder. Lo malo es que va a descubrir muchos secretos, lo bueno es que tendrá ayuda para enfrentarse a ellos.”
Aunque a priori haya una protagonista clara, la historia gira entorno a cinco hadas: Bloom, Stella, Aisha, Terra y Musa. Cada una de ellas controla un poder diferente que las hace únicas.
Destino: La saga Winx, tiene detalles muy buenos
Hay varios detalles que me han gustado mucho. En primer lugar, hay un terrible parecido entre la idea de Alfea y la de Hogwarts, pero es que además, el guiñito que le hacen en el guion es genial. Yo también he hecho el test del sombrero seleccionador: estoy entre Gryffindor y Ravenclaw.
En segundo lugar, los efectos especiales me han parecido muy buenos. Normalmente Netflix ahorra todo lo que puede en este tipo de series, y de vez en cuando las encuentro un poco escasas. En este caso han gastado el dinero en hacer cosas chachis. Solo ha habido una escena, hacia el final, que me ha parecido un poco cutre.
Y bueno, quizás lo que más me ha sorprendido es que basándose en una serie infantil, Destino: La saga Winx les ha quedado más oscura de lo que me imaginaba. Supongo que habrá fans a los que esto no les va a hacer gracia, pero a mí que llego con la novedad… me ha parecido muy bien.
Una de las cosas que más me suele echar para atrás con series de adolescentes es que los guionistas y directores se pasen de santurrones. La delgada línea entre mostrar la adolescencia tal cual es e incentivar conductas que no son apropiadas para la edad… Aquí está bastante equilibrado, por un lado son muy malotes con fumar porros y tal, pero por otro les mantienen muy atados a sus familias. Equilibrio.
Mucho que decir sobre las Winx
En cuanto al grupo de hadas protagonista de las Winx, mucho que decir. Bloom, como casi todas las protas, me ha caído egocéntrica y pesada. Terra, es bastante maja y tal, pero su rollo happy flower me pone un poco nerviosa. Aisha me cae bien, aunque podría ser un poco menos perfecta (hasta a mí me saca de quicio). Musa es la más guay, ¡ella debería ser la prota! Y Stella no me podría caer peor, es borde y mala.
Por la parte de los chicos (que haberlos haylos): Sky me parece buena gente, un chico majo y guapo, ¿qué más se puede pedir? Riven, por otro lado, es para dar de comer a parte, aunque muy guapo, eso sí. Dane me tiene despistada. Y Sam es adorable. Van a enamorar a muchas jovencitas, seguro.
El final de la temporada es brutal, te deja muy descolocada y con muchas ganas de que llegue la siguiente temporada. Nadie puede dudar de que va a haber segunda, vaya.
Más allá de que la mitad de las tramas son de adolescentes inmaduras/os, la serie está muy bien. Los efectos especiales están trabajados, las actuaciones también, y el rollito mola mucho.
¿Ya la habéis visto? ¿Qué os parecen las protas?