Hacía tiempo que tenía pendiente Two Weeks to Live, por lo que hace un par de semanas la empecé. La razón principal para querer verla era que la protagonista es Maisie Williams (Arya para las amigas); de hecho, no sabía ni de qué iba.
Creo que no lo he dicho nunca, pero soy opositora. Normalmente cuando empiezo a apretar con el estudio, me cuesta ver series nuevas, sobre todo porque si me gustan mucho me cuesta controlarme y acabo pasando de estudiar a ver series demasiado rápido. Pues si alguien más se encuentra en este punto, os puedo decir que Two Weeks to Live os va a ir perfecta.
Os pongo en contexto: Kim es una joven, que junto a su madre, ha vivido toda su vida apartada de la sociedad. Un día decide dejarlo todo para salir al mundo y en una de sus paradas conocerá a dos hermanos, que gastándole una broma sobre el fin del mundo, desatarán la cuenta atrás para que Kim cumpla todas las cosas que quería hacer antes de que el mundo terminara, empezando por vengar la muerte de su padre.
Lo primero que debería decir es que me ha sorprendido gratamente. Sin tener muy claro a qué venía, me he llevado un buen sabor de boca en general. Aunque creo que debiera decir que la serie no es muy profunda.
Con una trama liviana, es una especie de road movie, que gira sobre tres ejes principales: la relación de Kim con su madre, la relación de Kim con Nicky (uno de los dos hermanos) y, finalmente, cómo escapar de los entuertos en que se meten con la broma y la venganza.
🔔 Alerta spoiler – A partir de aquí, se podría considerar que hay spoilers; sin embargo, todo lo que aparece en esta reseña de Two Weeks to Live se conoce en el episodio 2. Continúa bajo tu responsabilidad.
La relación de Kim con su madre
Tina, la madre de Kim es una mujer de armas tomar. Completamente autosuficiente, ha mantenido a su hija encerrada en una cabaña durante 15 años. Para hacerlo, ha tirado de muchas mentiras que, una vez Kim salga al mundo, va a descubrir.
Probablemente es de lo más gracioso de la serie. Gracias a las mentiras de su madre, Kim es uno de los personajes más ilusos que haya visto en una serie basada en la vida real. Pero por otro lado, al haberla formado para luchar y vivir en el monte, también es tosca y bruta. Una combinación que personalmente me ha llegado al corazón.
La relación de Kim con Nicky
Nicky y Jay son dos hermanos que no podrían ser más diferentes entre sí. Mientras que Nicky es un cerebrito, Jay es un poco corto de luces. Lo único que tienen en común es que los dos tienen buen corazón.
Kim y Nicky acabarán conectando de una forma bastante peculiar, sobretodo porque ambos son dos bichos raros. Para mí acaba siendo una relación muy tierna.
Escapar del entuerto
La parte road movie de Two Weeks to Live es que a partir del momento en que Kim satisface su venganza comienza una cuenta atrás para limpiar sus huellas, deshacerse del cadáver y salir airosos del follón.
Las aventuras y desventuras de los cuatro me han hecho reír bastante. Con bromas sencillas y sin demasiada complicación, lo mejor de Two weeks to live es, sin duda, las interpretaciones.
Es posible que haya a quien no le guste, teniendo en cuenta que no profundiza demasiado en los dramas, que suaviza mucho la tensión con bromas cada dos por tres y que las acciones de los protagonistas rozan lo absurdo en muchos momentos.
Como soy una chica de gustos sencillos, solo diré que me ha gustado mucho. Y que si te ves reflejado en la reseña, es probable que a ti también.
Además, es una miniserie de 6 capítulos, que duran aproximadamente 25 minutos. Se ve en un día si se quiere. Os dejo el tráiler de Two Weeks to Live para terminar de convenceros:
Un pensamiento en “Two Weeks to Live, risas para quitar tensión”